Ejidatarios mantienen cerrada la zona arqueológica de Mayapán en disputa con el INAH

 

Telchaquillo, Yucatán, 2 de junio de 2025 — La emblemática Zona Arqueológica de Mayapán, considerada la última gran ciudad de la civilización maya, permanece cerrada al público desde noviembre de 2023 debido a un conflicto legal entre ejidatarios de Telchaquillo y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Los pobladores acusan al organismo federal de haber ocupado durante más de 40 años, sin consentimiento, 14 hectáreas de su propiedad para operar el sitio prehispánico.

Los habitantes de la comunidad, de identidad maya, exigen participar en la administración del sitio y recibir beneficios directos de su operación. También reclaman acceso libre al lugar, que históricamente ha sido utilizado por ellos para ceremonias tradicionales de pedimento de lluvia y rituales agrícolas.

Aunque el INAH ha propuesto expropiar los terrenos —con ofertas que han ido desde 6 hasta 9.8 millones de pesos— los ejidatarios han rechazado la propuesta. Según Filiberto Martín Uc, representante de la comunidad, aceptar la expropiación significaría renunciar a la posesión ancestral del sitio sin garantía de beneficios tangibles. “En 40 años no recibimos nada, ¿qué cambiaría ahora?”, expresó.

El conflicto se intensificó luego de que el director del INAH, Diego Prieto, propusiera un “borrón y cuenta nueva”, desestimando hablar del uso prolongado de las tierras. Martín Uc denunció un tono autoritario en las negociaciones: “Prieto dice: ‘Lo toman o lo dejan’”.

El cierre de Mayapán, ciudad amurallada que fue sede de la Liga que formaron Uxmal, Chichén Itzá y la misma Mayapán, se mantendrá hasta que se garantice, según un acuerdo firmado por 266 ejidatarios, que toda la operación —desde el cobro de entradas hasta la vigilancia y guías— esté en manos de la comunidad, a través de comités locales.

Entre otras demandas figuran: informes detallados de excavaciones y restauraciones, contratación preferente de habitantes de Telchaquillo, y el retorno de piezas arqueológicas extraídas del sitio. Estas exigencias se sustentan en el Convenio 169 de la OIT, la Constitución Mexicana, la Ley Agraria y tratados internacionales sobre derechos indígenas, según explicó el asesor legal Álvaro Mena.

Mientras tanto, el conflicto avanza en tribunales. El pasado 1 de abril, el Juzgado del Décimo Cuarto Circuito admitió un juicio de amparo promovido por la comunidad bajo el expediente 474/2025, con el que se busca revertir una resolución del Tribunal Agrario que permitiría al INAH ocupar los terrenos mediante convenios. La audiencia está prevista para el 12 de junio.

En contraste, los pobladores denuncian que, mientras a ellos se les niega el uso espiritual y económico del patrimonio, en otras zonas de la Península de Yucatán —como la Hacienda Poxilá— se permite que hoteles privados utilicen vestigios arqueológicos con fines turísticos.

A la espera de una resolución, Mayapán sigue cerrada, reflejo de un conflicto donde el derecho al patrimonio cultural y la justicia territorial de los pueblos indígenas siguen en pugna.

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