Desesperados por tener acceso a antibióticos, algunos estadounidenses están recurriendo a tácticas extremas, como comprar medicamentos para tratar infecciones en pescados y no en humanos, según un estudio reciente presentado en la reunión de la Asociación Estadounidense de Farmaceutas (ASHP por sus siglas en inglés).
Investigadores de la Escuela de Farmacia de la Universidad de Carolina del Sur investigaron los reviews de páginas web en línea donde se venden antibióticos para pescados y encontraron que, de 2,288 comentarios en total, 55 (2.4%) indicaban que personas y no pescados habían ingerido esos medicamentos. No son muchos, pero la cantidad de “me gusta” o “no me gusta” de esos posts fue hasta nueve veces mayor que la de otros estrictamente referidos al consumo en animales.
“Aunque el consumo humano de antibióticos para pescados es bajo, el hecho de que cualquier humano consuma un antibiótico diseñado para animales es alarmante. La automedicación y disponibilidad de antibióticos sin supervisión médica puede contribuir a la resistencia de los antibióticos y postergar el tratamiento apropiado”, dijo el autor del estudio, Brandon Bookstaver en un comunicado.
A diferencia de los antibióticos diseñados para animales, los de pescado se venden en los anaqueles de tiendas y páginas web online sin prescripción de un veterinario.
Aunque no se puede asegurar con exactitud por qué muchas personas optan por comprarlos para su consumo personal, el precio puede ser un factor.
En total, los investigadores identificaron 24 páginas web con precios que iban desde casi 9 dólares por 30 cápsulas de amoxicilina a 120 dólares por 100 tabletas de ciprofloxacina.
También se vendían otros como penicilina, cephalexin, metronidazol y sulfametoxazol. Todos vienen en un empaque similar al de los antibióticos para humanos y su precio suele ser menor que la versión humana si no se tiene seguro médico.
Pero, aunque el contenido parezca idéntico a los antibióticos disponibles con prescripción médica en las farmacias, no hay ninguna garantía sobre su seguridad. “Están completamente desregulados por la FDA. Incluso aunque parezcan iguales, es imposible saber si esas medicinas contienen lo que la etiqueta dice que contiene y si son seguras para los humanos”, dijo Michael Ganio, director de la ASHP.
El próximo paso de la investigación será analizar el contenido de esos medicamentos.
Puedes terminar en cuidados intensivos
Nunca se debe tomar antibióticos sin prescripción médica. El uso innecesario y en exceso de antibióticos puede llevar a desarrollar resistencia. Además, no están exentos de efectos secundarios, sobre todo cuando no se consumen en la dosis correcta -que sólo puede ser determinada por un médico-.
Ya algunos profesionales de la salud han encontrado casos de efectos perjudiciales en personas que han consumido antibióticos para pescados. Farzon Nahvi, quien trabaja en la sala de emergencias de un hospital de Nueva York contó al diario británico de The Guardian su experiencia: “Uno de mis pacientes tomó antibióticos para pescados porque no tenía seguro médico. Sufrió una sobredosis, terminó en cuidados intensivos y enfermó mucho más y con una cuenta por pagar mucho mayor”.
La falta de acceso a la atención médica y el alto costo de las medicinas es un problema creciente en EEUU. Un reporte de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades indica que 1 de cada 3 personas sin seguro médico no puede costear el tratamiento que le prescribieron.
De los 1,218 votantes hispanos mayores de 50 años que participaron en una encuesta hecha por la Asociación de Personas Retiradas (AARP por sus siglas en inglés) en marzo de 2019, la mitad anticipa que en el futuro no podrá obtener la reposición de un medicamento por falta de fondos.
¿Qué hacer si te recetan un antibiótico costoso?
Definitivamente no comprar uno para pescados. Herramientas como GoodRX permiten visualizar el precio (sin seguro) de un mismo medicamento en varias farmacias cercanas y descargar cupones para abaratar su costo. También ofrecen un call center en español que brinda asesoría personalizada: 1-888-799-2553.
Si vas a una clínica comunitaria, habitualmente allí tienen alianzas con farmacias o programas de salud que ofrecen descuentos o hasta financian el tratamiento de forma gratuita. El cómo aplicar y los criterios de elegibilidad varían según el caso.