Ciudad de México, 3 de junio de 2025.
Por primera vez en la historia de México, un abogado indígena presidirá la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Hugo Aguilar Ortiz, mixteco originario de San Miguel El Grande, Oaxaca, encabezó la votación en la elección judicial celebrada este domingo y, conforme al artículo 94 constitucional, se perfila como el próximo presidente del máximo tribunal del país por un periodo de dos años, a partir del 1 de septiembre.
Con una trayectoria de casi tres décadas en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, Aguilar Ortiz es actualmente Coordinador General de Derechos Indígenas en el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI). Es licenciado y maestro en Derecho Constitucional por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), y ha sido asesor de más de 25 comunidades originarias en conflictos territoriales, político-electorales y de justicia comunitaria.
Su candidatura fue impulsada abiertamente por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien en reiteradas ocasiones expresó su deseo de ver a “muchos Benito Juárez” en la Corte. Durante un acto celebrado el 21 de marzo en Guelatao, Oaxaca, Sheinbaum declaró: “Queremos la representación indígena en la Corte, queremos la justicia”. Ya desde el 21 de febrero, en Pueblo Nuevo, Durango, había anticipado que era momento de que un indígena llegara al máximo tribunal.
Una visión distinta para la justicia
A diferencia del perfil tradicional de los ministros del Poder Judicial Federal, Hugo Aguilar propone una función jurisdiccional con enfoque humanista, comunitario y de justicia cercana al territorio. Entre sus principales propuestas destaca la necesidad de “acercar la justicia a la realidad, hacerla útil, generar paz y tranquilidad”, así como “evitar que las resoluciones judiciales sean el origen de nuevos conflictos sociales”.
En los conceptos presentados ante el INE, Aguilar planteó que la justicia no debe limitarse a la aplicación fría de la ley, sino considerar el contexto social, económico y cultural de los sectores históricamente excluidos. Aboga por una “función jurisdiccional en territorio”, que contemple visitas in situ, diálogo directo con las partes y menor formalismo procesal.
Asimismo, propone un enfoque multidisciplinario que priorice el entendimiento profundo de las controversias a través del diálogo, y sugiere una interacción republicana entre poderes del Estado, gobiernos locales y comunidades indígenas y afromexicanas.
Un giro histórico
La elección de Aguilar Ortiz representa un cambio profundo en la historia de la Suprema Corte, tanto por su origen como por su propuesta de transformación del sistema judicial. Su llegada se da en el marco del nuevo modelo de elección popular de ministros, impulsado por la Cuarta Transformación, y rompe con décadas de predominio de perfiles técnicos formados exclusivamente en la carrera judicial federal.
Con esta designación, Hugo Aguilar Ortiz no solo hará historia como el primer mixteco en presidir la Corte, sino también como un símbolo del reclamo por una justicia más incluyente, empática y cercana a la vida real de las y los mexicanos.