Un grupo de 51 economistas, exministros y centros de estudio ofreció alternativas al Gobierno nacional en materia de política económica, empleabilidad y salario mínimo.
En una carta dirigida al presiente Iván Duque, 51 expertos y centros de estudio formularon propuestas de cara a la discusión sobre el aumento del salario mínimo y la generación de empleo, para incentivar la reactivación económica. Los firmantes hacen un llamado al Gobierno nacional para que se tenga en cuenta un enfoque alternativo e integral que incluya todas las dimensiones del problema en materia laboral para afrontar, de la mejor manera posible, la crisis, el desempleo, la informalidad, la pobreza y la pérdida de ingresos, dificultades que afectan, en mayor medida, a mujeres y jóvenes.
La mesa, compuesta, entre otros, por la exministra de Trabajo Claudia López Obregón, los economistas Cecilia López, Jaime Tenjo, Amilcar Acosta y Eduardo Sarmiento; el presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), Camilo González Posso, y centros de pensamiento como la Asociación de Economistas de la Universidad Nacional, Cedetrabajo y la Escuela Nacional Sindical (ENS), aseguran que la reflexión actual sobre el salario mínimo no contempla todos los enfoques de la crisis económica y social que ha atrevesado el país previo a la pandemia.
Los expertos indican que el dialogo sobre el aumento del salario mínimo no se debe restringir al análisis y la observación de la inflación, que hoy se registra por debajo del 2%, ya que limita y restringe el desarrollo de nuevas medidas políticas que se podrían adoptar. Además, sostienen que los salarios bajos truncan la productividad y no impactan favorablemente la empleabilidad. Dado que los sectores más vulnerables de la sociedad fueron afectados en mayor medida por la crisis, reiteran que el incremento bajo al salario empeoraría su situación porque “afecta el mínimo vital consagrado en la Constitución y deprime el consumo de los hogares”. Asimismo, alertaron sobre el aumento en la incidencia de la pobreza, situación que se agravará en 2021 por los efectos de la pandemia.
Según el análisis, el incremento favorable al salario, de la mano de incentivos para que las empresas mejoren la productividad, generaría un círculo virtuoso en la economía, la demanda y el empleo. Para que este aumento sea favorable, indican, se deben tener en cuenta opciones como la productividad promedio por hora o por trabajador.
Otros costos a las empresas que se deben considerar, sostienen los firmantes, son los créditos, el pago a proveedores y de energía eléctrica, ya que el peso de estos factores podría ayudar a entender la incidencia de los salarios en la ganancia y rentabilidad de las industrias. También señalaron que la reducción de los parafiscales, como contribuciones al ICBF o al SENA, no ha incrementado la empleabilidad como se esperaba.
Con respecto a la demanda, que posibilitará la recuperación económica y el incremento de los empleos, la mesa señaló que esta depende del aumento robusto al salario, el apoyo a subsidios de nómina a las pequeñas empresas y el desarrollo de un plan de emergencia de empleo público. También aseveran que el cambio climático ha hecho que el mundo renueve su pensamiento económico para asumir los riesgos crediticios y financieros que se aproximan, por lo que el crecimiento “verde alternativo” es imperioso.
Debido a que los sectores más contaminantes, como los hidrocarburos y minerales, son los más productivos y generadores de empleo, se deben adoptar medidas para garantizar la transición energética que redireccione la inversión hacia energías verdes, industrialización y agricultura. Estos son los campos de acción que se deben tener en cuenta hoy en día en el debate por el incremento al salario mínimo y la reactivación económica, reiteran.
En materia financiera, consideran necesario que se mantengan las tasas de interés bajas y el Gobierno acoja la renta básica de emergencia o un ingreso a los ciudadanos con el fin de garantizar los ingresos a las familias pobres y a quienes perdieron su empleo.