CIUDAD DE MÉXICO, 7 de diciembre.- A partir de ahora y hasta próximo aviso, quienes quieran ingresar a Estados Unidos por avión tendrán que entregar obligatoriamente una prueba negativa de COVID-19, sin importar cuál sea su estatus de vacunación. El test deberá realizarse un día antes de partir.
“Todos los viajeros de dos años de edad o mayores que lleguen a Estados Unidos por aire desde el extranjero a partir del lunes pasado deben presentar prueba negativa de COVID-19 que se hayan realizado el día anterior”, explica el Departamento de Estado en su sitio web.
Este requisito se exigirá a todos los viajeros internacionales, “incluidos los ciudadanos estadounidenses, residentes legales permanentes y extranjeros-”.
Además, estos tendrán que presentar antes de subir al avión una declaración jurada, en la que confirmen que la información que declaran es verdadera, según informaron los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC)
En el caso de los pasajeros que superaron el COVID-19 recientemente, no se les obligará a mostrar una prueba de antígenos o PCR, sino que podrán facilitar un documento que acredite que se recuperaron del virus en los últimos 90 días.
“Si se recuperó del COVID-19 recientemente, podrá viajar con la documentación de recuperación correspondiente es decir, el resultado positivo en la prueba viral de detección del COVID-19 realizada con una muestra recolectada como máximo 90 días antes de la partida del vuelo desde un país extranjero y una carta de un proveedor de atención médica aprobado o un funcionario de salud pública donde conste que se lo autorizó a viajar”, explicaron los CDC.
Todas las personas que ingresen a EEUU por aire deberán cumplir las nuevas medidas, sin importar cuál sea su estado de vacunación, a partir del 6 de diciembre de 2021. Y las excepciones a esta regla son muy limitadas.