Ciudad de México.- La dirigencia nacional de Morena eliminó de último momento y sin explicación el artículo segundo transitorio de sus nuevos lineamientos, el cual prohibía a servidores públicos y militantes realizar actos de proselitismo anticipado. La medida, originalmente incluida con base en el decálogo enviado por la presidenta Claudia Sheinbaum, buscaba frenar la promoción personalizada rumbo al proceso electoral 2025-2026.
El texto eliminado señalaba que “suspenderán cualquier acto que pueda ser considerado como proselitista, de promoción personal o personalizada (…) o cualquier acto anticipado a las precampañas y campañas electorales”. Su exclusión generó críticas dentro y fuera del Consejo Nacional, donde se aprobaron otros 37 lineamientos centrados en la ética, la austeridad y la disciplina partidista.
Durante la reunión, 249 de 364 consejeros nacionales votaron a favor de normas que incluyen no heredar cargos a familiares, no reelegirse, evitar campañas negras, y abstenerse de condicionar el voto. También se comprometieron a cumplir con la “austeridad republicana”: no viajar en primera clase, ni usar helicópteros, ropa de marca, guardaespaldas, camionetas blindadas o autos de lujo.
Pese al tono reformador, las críticas no se hicieron esperar. Fundadores y consejeros señalaron la persistencia de prácticas propias del viejo régimen y demandaron sanciones reales. “Esto ya está en los estatutos. ¿Qué le hace falta? Que se cumpla”, reclamó un consejero de Yucatán. El escritor Paco Ignacio Taibo II fue más contundente: “Los sapos habían cobrado una dimensión espectacular en el interior del partido. Las viejas prácticas estaban dominándonos”.
Rafael Barajas “El Fisgón”, presidente del Instituto de Formación Política, también cuestionó públicamente a integrantes del partido por escándalos y violaciones a los principios de austeridad y ética. “No puede permitirse la violencia de género, ni la incorporación de personas con antecedentes penales a la administración”, advirtió.
La ex secretaria de Mujeres, Carol Arriaga, señaló que algunos personajes provenientes del sector privado ingresan al gobierno con intereses dudosos, afectando la credibilidad del movimiento.
En tono autocrítico, Alfonso Durazo, presidente del Consejo Nacional, reconoció que aplicar los nuevos lineamientos será un reto. “Los morenistas deben asumir su responsabilidad”, declaró. Algunos asistentes, como la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, repitieron en voz alta ciertas reglas para recalcar su importancia.
Afuera del recinto, voces como la de Bertha Luján, ex presidenta del Consejo, exigieron medidas contundentes contra quienes no cumplan con los principios de Morena. “¿Por qué los enemigos del proyecto van a estar adentro de Morena para golpear? Hay que aplicar sanciones reales”, reclamó.
La jornada cerró con una imagen que reflejó la contradicción entre el discurso y la práctica: el senador Gerardo Fernández Noroña abandonó el recinto a bordo de una lujosa camioneta Volvo, que —según dijo— le fue prestada por una agencia automotriz porque la suya, del mismo modelo, estaba descompuesta.