Washington, D.C., 13 de mayo de 2025 — Los republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos presentaron ayer un ambicioso plan fiscal que contempla nuevas medidas para aumentar los ingresos públicos, entre las que destaca un impuesto especial del 5 por ciento a las remesas enviadas al extranjero. La propuesta, que incluye algunas excepciones para ciudadanos estadounidenses, forma parte de las prioridades impulsadas por el presidente Donald Trump.
El plan fue publicado por el Comité de Recursos y Arbitrios de la Cámara y será discutido este martes. Se espera que avance sin mayores obstáculos y se incorpore al llamado “gran proyecto de ley” de la administración Trump.
De acuerdo con Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, el impuesto podría provocar en el corto plazo una aceleración en el envío de remesas para evitar la carga, pero en el largo plazo implicaría una reducción de hasta 3 mil 250 millones de dólares anuales en remesas hacia México. Esto representaría una caída de 0.5 puntos porcentuales en el consumo nacional y 0.17 puntos en el PIB mexicano.
Siller advirtió también que los estados más afectados serían Oaxaca, Michoacán, Zacatecas y Chiapas, donde las remesas representan cerca del 10% del PIB estatal.
Además del impuesto a las remesas, el plan fiscal republicano contempla eliminar algunos beneficios fiscales, como el crédito por compra de vehículos eléctricos —que expiraría el 31 de diciembre, salvo para ciertos fabricantes—, y recortar paulatinamente incentivos a la energía renovable a partir de 2029.
También se endurecerían las reglas para deducir compensaciones ejecutivas mayores a un millón de dólares, y se incrementarían los impuestos sobre las inversiones de universidades y fundaciones, con tasas que podrían llegar al 21% y 10%, respectivamente.
Como parte de sus medidas sociales, el plan propone la creación de una cuenta de ahorro con beneficios fiscales para niños nacidos entre 2025 y 2028, financiada con mil dólares por persona, y un nuevo crédito fiscal de hasta el 10% de los ingresos anuales por donaciones a organizaciones educativas.
Finalmente, el proyecto limita la ayuda federal a un máximo de 5 mil millones de dólares anuales entre 2026 y 2029. Se espera que el debate sobre estas reformas fiscales genere intensas discusiones tanto en el Congreso como en los sectores más afectados por los cambios.