CANCÚN, 21 de mayo.— El Caribe mexicano enfrenta su peor año en materia de sargazo. De acuerdo con el más reciente diagnóstico satelital y científico, 2025 ya superó todos los récords históricos —incluyendo los de 2015, 2018 y 2022— con una proyección de hasta 400 mil toneladas que podrían recalar directamente en las playas de Quintana Roo durante los próximos meses.
El pronóstico fue confirmado por Esteban Amaro, director de la Red de Monitoreo del Sargazo y Cambio Climático del Mar Caribe, quien alertó que el volumen total de sargazo flotante en el Atlántico y el mar Caribe ya supera los 40 millones de toneladas métricas, un aumento abrupto respecto a los 32 millones detectados apenas en abril.
“En 2018, cuando creíamos haber visto lo peor, había entre 22 y 24 millones de toneladas. Hoy estamos en 40 millones. El sistema oceánico está fuera de control”, señaló Amaro en entrevista para el noticiero Buenos Días, conducido por Arturo Medina.
Las nuevas dinámicas del sargazo, impulsadas por el cambio climático, están haciendo impredecible su trayectoria. En el arco de las Antillas, de las Islas Vírgenes hasta Trinidad y Tobago, las costas ya están colapsadas por la macroalga, lo que para los expertos es una señal de lo que ocurrirá en la región mexicana en los próximos meses.
A ello se suma una mancha masiva visible frente a la desembocadura del Amazonas, cuya trayectoria aún no apunta directamente al Caribe mexicano, pero podría rodear la Península de Yucatán si las corrientes marinas se desvían.
Recolección insuficiente y saturación en las playas
De las 40 millones de toneladas flotando en altamar, se calcula que el 10% pasa frente a la Península, y de ese volumen, un 10% podría tocar tierra en Quintana Roo: unas 400 mil toneladas, según estimaciones de la Red.
Tan solo Playa del Carmen ya ha retirado más de 6 mil toneladas desde marzo, mientras que Tulum, Cozumel y Puerto Morelos reportan cifras similares. Sumando los diez municipios costeros, la cifra ronda las 60 mil toneladas recolectadas, y lo más fuerte aún no llega.
El panorama en el sur del estado es crítico, especialmente en Xcalak, donde el canal fronterizo con Belice está totalmente bloqueado. En Tulum y Puerto Morelos, la respuesta ha sido limitada por falta de recursos, mientras que la costa este de Cozumel ha recibido oleadas intensas.
Por el contrario, Holbox e Isla Mujeres permanecen con afectaciones mínimas, y en Cancún, las brigadas trabajan a marchas forzadas en playas como Coral, Punta Cancún y Delfines, recolectando sargazo de 6 de la mañana a 4 de la tarde.
“El problema es que todo está saturado y cada día llega más. La operación en tierra no da abasto”, lamentó Amaro.
La Marina, sin capacidad para contener el fenómeno
El despliegue de la Secretaría de Marina ha sido insuficiente. Las suradas continuas y la magnitud del recale han rebasado la capacidad de las embarcaciones recolectoras.
“Ningún barco puede enfrentar esta cantidad. Se necesitaría triplicar el personal y los medios marítimos. Hoy, el mar está ingobernable para contener el sargazo”, advirtió.
Cambio climático: el detonante
La clave detrás del fenómeno es el cambio climático, que ha modificado los flujos oceánicos de forma irreversible. Corrientes que antes desviaban el sargazo al norte ahora lo regresan por el sur del Caribe, provocando acumulaciones inesperadas y recales fuera de temporada.
“Esto ya no es una anomalía: es una nueva normalidad ambiental en la región. El océano está respondiendo a un cambio sistémico. Tenemos que entenderlo y adaptarnos rápido”, concluyó el especialista.
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