Pfizer anunció este martes que su píldora contra el Covid impide una enfermedad severa en un ensayo clínico crucial y que es probable que funcione en contra de la variante ómicron del virus que ha mutado altamente.
Los resultados dejan de manifiesto la promesa del tratamiento, del que dependen los oficiales de salud y médicos para disminuir la carga en los hospitales mientras Estados Unidos empieza una creciente cuarta ola de la pandemia.
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Si la Administración de Alimentos y Medicamentos autoriza el fármaco, que podría ocurrir en unos días, los pacientes podrían empezar a recibirla para finales del año.
Aunque al principio, el suministro será limitado, expertos de salud pública esperan que las píldoras frenen los peores resultados de la enfermedad, sin importar la variante.
Pfizer comentó que su píldora antiviral reduce el riesgo de hospitalización y muerte en un 88 por ciento, cuando es administrada a personas no vacunadas que tienen un alto riesgo de padecer un severo Covid dentro de cinco días de aparecer los síntomas.
La empresa también dijo que los experimentos del laboratorio indicaron que el medicamento ataca la proteína clave de la variante Omicron, que está aumentando en Sudáfrica y Europa se espera que domine los casos en Estados Unidos en las próximas semanas.
“Eso sería una increíble y posible transformación. Si podemos mantener a la gente fuera de los hospitales, eso tendría un enorme impacto en la atención médica”, comentó Sara Cherry, viróloga de la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pennsylvania.
El prometedor estudio de Pfizer fue una buena noticia en un día en que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades advirtió que una oleada de infecciones, tanto de las variantes Omicron como Delta podrían llegar tan pronto como el próximo mes, justo mientras la influenza y otras infecciones respiratorias de invierno llegan a su punto álgido.
