Comer más saludable no necesariamente significa cambiar tu dieta drásticamente pero si depende de hacer mejores decisiones a la hora de comer. Es probable que muchas veces pensemos que tenemos que cambiar toda nuestra rutina para cuidar de nuestro cuerpo y aunque en algunos casos esto puede ser cierto, empezar con pequeños cambios puede ser la mejor manera de motivarte. Estos tips para comer más sano sin notar la diferencia seguramente te resultarán muy fáciles de lograr.
Empezar a comer de manera saludable generalmente incluye tres factores muy importantes: evitar comida procesada, ingerir un nivel de calorías razonable y reducir nuestro consumo de azúcar.
Considerar estos factores a la hora de elegir nuestros alimentos puede ser la clave entre una comida que nutra tu cuerpo y algo que pueda causarle más daño. ¡Lo más importante es recordar que estas pequeñas decisiones pueden provocar grandes resultados!
¿Cómo comer más sano sin cambiar por completo la alimentación?
1. Cambia la mayonesa por mostaza
Condimentar nuestra comida no tiene porqué ser algo poco malo. Lo único que necesitas es elegir bien con qué lo haces. En general, la mostaza siempre es más saludable que la mayonesa porque contiene menos grasa y viene de un producto natural.
2. Controla tus porciones
Comer cosas como helado, panes y pizza no es algo malo por si mismo, pero resulta dañino para nuestro cuerpo cuando los ingerimos en grandes cantidades. Lo más importante es que recuerdes no comer nada en exceso y claro, cuidar la frecuencia con la que consumimos ciertos alimentos.
3. Cambia tu ingesta de azúcar
Esta puede ser una de las cosas más difíciles de hacer ya que el azúcar puede llegar a provocar efectos similares a una adicción en nuestro cerebro. ¿Lo más fácil para comer más sano sin notar la diferencia? Deja el azúcar blanca por algún sustituto como stevia. Otra buena idea es usar miel 100% natural como otra opción de endulzante. La clave está en no excederse.
4. Cambia los aceites
Cuida los aceites con los que cocinas o condimentas tus alimentos. Siempre es mejor comprar un aceite natural en lugar de uno procesado. Unos excelentes ejemplos son el aceite de oliva, coco o incluso aguacate.
5. ¡Adiós take-out! Hola, cocina
Si te cuesta trabajo dejar de comer ciertas cosas lo mejor es aprender a prepararlas desde cero, de esta forma tenemos más control sobre los ingredientes y porciones que utilizamos. En lugar de comprar un paquete de galletas puedes intentar hornear unas y así ver (y controlar) cuánta azúcar, mantequilla y otros ingredientes tienen.
6. Hazte amigo del yogur griego
Aunque no lo creas el yogur griego puede ser tu mejor amigo a la hora de cocinar cientos de recetas. Este tipo de yogur no tiene azúcar y puedes usarlo para reemplazar ciertas cosas como la crema (desde el clásico bowl de frutas con granola hasta para chilaquiles). También es perfecto para hacer recetas más saludables sin que notes la diferencia como smoothies, aderezos y helados.
7. Dile adiós al refresco
Si lo que quieres es disminuir tu consumo de refresco te tenemos un excelente tip: empieza remplazándolo con agua con gas o bebidas gasificadas. Esto te ayudará a experimentar la misma sensación de burbujeo que cuando tomas un refresco pero sin la enorme cantidad de azúcar. ¡Un switch que te cambiará por completo!
8. Prueba proteínas a base de vegetales
¿Quieres dejar de comer tanta carne roja? Encuentra una opción vegetariana. La clave es buscar un producto que sea un sustituto no uno que intente imitar el sabor de la carne. Claro, nada va a saber exactamente igual que una hamburguesa de carne roja, pero si hay varias opciones cuyo sabor es diferente y pueden gustarte.
9. Cambia el empanizado
¿Amas lo empanizado? No te tienes que despedir por completo de él… Reemplaza el pan molido por harina de avena o almendras. Es una opción sencilla que evitará que te quedes con el antojo y podrás comer más saludable al mismo tiempo.
10. Dile hola al vinagre
Muchas veces al comer ensaladas nos olvidamos de que lo peor para nuestro cuerpo puede ser comer aderezos ya que generalmente son alimentos muy procesados y tienen mucha sal. Intenta reemplazándolos por vinagretas: así podrás mantener el sabor sin agregar calorías.