Ciudad de México — La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró este lunes que el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) “está funcionando muy bien” y negó la existencia de quejas ciudadanas, a pesar de recientes denuncias sobre descoordinación y tensiones internas entre mandos militares a cargo de la terminal aérea.
“No hay ninguna queja ciudadana del AIFA. Son ajustes normales, no hay nada fuera de lo común, y está funcionando muy bien el aeropuerto”, declaró la mandataria al ser cuestionada sobre reportes de conflictos de liderazgo y desorganización operativa dentro del aeropuerto administrado por las Fuerzas Armadas.
A la pregunta expresa de si estas problemáticas no deberían motivar una reflexión sobre la conveniencia de que las Fuerzas Armadas administren este tipo de instalaciones, Sheinbaum respondió: “Puede haber ajustes como si hubiera autoridades civiles, siempre, pero está funcionando muy bien, no tenemos ninguna queja”.
Sin embargo, un reportaje publicado por Grupo REFORMA el pasado 6 de mayo reveló un oficio interno del General Isidoro Pastor Román, director del AIFA, en el que alertaba sobre la falta de coordinación y los “protagonismos” entre mandos castrenses, lo cual ha generado tensiones en la toma de decisiones y afectaciones operativas. El documento, fechado en febrero de 2025, fue dirigido a la dirección jurídica del aeropuerto.
“Se siguen presentando evidencias que demuestran que aún persiste la falta de comunicación asertiva y coordinación integral a nivel directivo”, señala el oficio, en el que el General Pastor también exhorta a los mandos a dejar de lado los protagonismos.
Empleados civiles y militares confirmaron que existe un ambiente de tensión laboral, donde el temor a sanciones ha llevado al personal a ocultar errores y limitar su iniciativa. También denuncian que las decisiones se toman con base en la jerarquía militar más que en criterios técnicos, lo que ha derivado en decisiones cuestionables, como la compra de equipo innecesario pese a las advertencias de especialistas.
El AIFA cuenta actualmente con unos 80 mandos, en su mayoría militares, más de 700 empleados civiles y castrenses, así como presencia de la Guardia Nacional en funciones de seguridad. Las declaraciones de Sheinbaum contrastan con las preocupaciones internas y abren el debate sobre la viabilidad de modelos de gestión militar en infraestructura civil clave.