CIUDAD DE MÉXICO, 30 de abril.- El expresidente Ernesto Zedillo publicó una carta abierta en la que acusa a la presidenta Claudia Sheinbaum de lanzar calumnias en su contra y de utilizarlo como blanco para desviar la atención sobre lo que él califica como “una simulación peligrosa”: la reforma judicial y la elección de jueces por voto popular.
Zedillo comienza defendiendo su actuación durante la crisis financiera de los años 90 y el polémico rescate bancario, que según él, evitó el colapso de la economía mexicana. Reconoce que mantenerse al margen de la política fue una decisión deliberada durante años, pero que decidió romper ese silencio “porque hay principios más importantes que la comodidad personal: como la defensa de la democracia”.
“El rescate bancario fue una medida necesaria frente a un escenario de posible quiebra del sistema financiero. Que se critique, está bien. Pero no con falsedades ni con fines electoreros”, escribió.
El exmandatario también pidió a Sheinbaum ponerse en los zapatos de quien debe tomar decisiones difíciles. “Si usted enfrentara una crisis bancaria similar, ¿actuaría o permitiría que todo colapsara solo para no arriesgar su popularidad?”, cuestionó, confiando en que, como presidenta, también privilegiaría la estabilidad por encima del aplauso fácil.
En un tono más crítico, Zedillo exigió que se auditen de manera independiente las obras insignia del gobierno de López Obrador: la cancelación del aeropuerto de Texcoco, la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya. “México tiene derecho a saber cuánto se ha perdido con esos caprichos”, sentenció.
Acusó directamente a Morena de querer someter al Poder Judicial y de impulsar una reforma que, en sus palabras, “busca convertir a los jueces en empleados de los políticos en turno, cuando no en operadores del crimen organizado”. De consumarse esa reforma, advirtió, “la democracia mexicana estaría en vías de extinción”.
Zedillo también salió al paso de los señalamientos sobre su pensión. Aclaró que no recibe pensión como expresidente, sino como extrabajador del Banco de México, institución en la que laboró antes de llegar a la presidencia. “Fue un beneficio otorgado conforme a la ley, por mi trabajo previo, particularmente durante la renegociación de la deuda en los años 80”, explicó.
Llamó “ilegal e insidioso” el señalamiento de Sheinbaum sobre ese ingreso, y exigió que con el mismo rigor se transparente el apoyo y los recursos públicos destinados al expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien —acusó— vive un retiro simulado con respaldo presupuestal.
“La falta de claridad sobre esos beneficios quizás explique por qué desaparecieron al Instituto Nacional de Transparencia”, ironizó.